martes, 13 de julio de 2010



C
uando te detenés a mirar el mundo, a observar la belleza que nos rodea; cuando amás a un chico; cuando te reís hasta que no podés más con tus amigos; cuando hacés lo que amás hacer; cuando viajás a un lugar que no conocés; cuando escribías una canción; cuando se te acelera el corazón ante una mirada; cuando hacés el amor... te sentís vivo.
Pero no sólo la felicidad te hace sentir vivo; sino saber que dejás un testimonio de tu vida. Saber que cuando ya no seas, algo de vos seguirá vivo en los que vendrán.
Te sentís vivo cuando sabés que cada momento es único, irrepetible. cuando sabés que nada empezó con vos, y nada terminará con vos.

Solo sabiendo que hay un mañana es que podemos vencer a la muerte, y sentirnos vivos.

martes, 6 de julio de 2010

El soma

El mundo está lleno de soma. Para algunos su soma es el trabajo, se intoxican de trabajo para no tener que pensar en su propia vida. Es un ‘no hay tal crisis’ común, no? Que uno dice “ bueno dentro de todo es sano”, pero no, no es así para nada, de hecho no hay ninguna diferencia con un químico casi, uno busca no pensar, no sentir. Y la verdad es que al final todos necesitamos eso un poco. Los atracones de chocolate en rama que me habré dado, llenar la boca, el estómago, el vacío, para que no haya lugar para ningún pensamiento ni ningún sentimiento, y ninguna pregunta, no? Porque esas preguntas son demasiado heavys. Matate con hacerte esas preguntas, o no?Buscar la risa cuando el corazón nos pide llorar, esa es otra manera de soma. ¿Y quién puede juzgar algo así? Si lo hacemos todos. La realidad es tan difícil de soportar a veces que todos necesitamos un poco de soma. A veces usamos a otra persona como si fuera una aspirina, para calmar un dolor, para taparlo, para no sentirlo. Nos aturdimos, nos distraemos ¿Quién no lo hace?¿Pero qué pasaría si nos animáramos y por un ratito, al menos por un ratito, dejáramos de lado nuestro soma? Todas esas cosas que nos aturden, que nos distraen, que nos adormecen ¿Qué pasaría? Si dejáramos nuestros somas nos encontraríamos a nosotros mismos. Dejaríamos de huir de nosotros, de nuestra piel, de nuestro deseo.¿Qué pasaría si dejáramos de aturdirnos con lo urgente, con el incendio, y nos ocupáramos de lo importante? No digo que no duela, claro que duele dejar tu soma. Debajo del soma, tapado, está lo que somos y lo que sentimos te guste o no. Y para mí, mi opinión, es que lo más importante y lo que mejor que puede hacer uno es ser fiel a uno mismo.